El balón deja de rodar en Segalerva. El legendario campo de fútbol echará el cierre el próximo 1 de mayo después de 85 años al servicio de Málaga. Por este particular rectángulo de juego han desfilado algunos de los mejores futbolistas que ha dado la ciudad. Construido por la congregación de los Salesianos, Segalerva ha tenido una doble función deportiva y social y fue durante muchos años el epicentro del fútbol malagueño al ser uno de los pocos existentes en la provincia. Segalerva, o al menos su espíritu, se traslada. El antiguo campo de la Federación en Ciudad Jardín acogerá ahora al Puerto Malagueño, equipo que desde 1960 es el titular. Con el cierre de este terreno de juego, la Málaga futbolística pasa la página más entrañable de su historia, la del fútbol modesto, la de un equipo en cada barrio y casi en cada calle, la de los campos de albero y grandes rivalidades. Esta es la historia de un campo que es el santuario del fútbol malagueño.

Inaugurado un 19 de marzo de 1925, el campo de Segalerva se convirtió desde el primer día en la referencia obligada del fútbol aficionado malacitano, una relación que a lo largo de los años se ha ido consolidando y que el próximo 1 de mayo llegará a su fin, después de haber servido a la juventud de toda la provincia por iniciativa del padre salesiano Francisco Míguez.
ANTONIO BENÍTEZ, EX FUTBOLISTA Y ENTRENADOR: «Empecé allí con 15 años y jugaba en una categoría superior con una ficha falsificada. El fútbol de Málaga le debe mucho a este campo».
ESTEBAN VIGO, TÉCNICO DEL HÉRCULES: «Es un campo mítico porque jugar allí era diferente por sus dimensiones y el magnífico ambiente que había».
SANTI ARAGÓN, EX FUTBOLISTA: «Segalerva representa todo lo que es el fútbol modesto: buen ambiente, albero y aquellas míticas porterías».
DIARIO SUR
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